En los Ángeles quieren a Chris Sale, pero este no quiere salir de Medias Blancas. se disculpa por romper uniformes
Los Medias Blancas deciden cambiar a su as Chris Sale, los Dodgers estarían dispuestos a ofrecer un buen paquete que incluiría al zurdo mexicano Julio César Urías, según un informe del New York Post.
Con Clayton Kershaw fuera por un tiempo indefinido debido a una lesión en la espalda, Los Angeles busca a un abridor de primera categoría. Chris Archer de los Rays también está entre los lanzadores mencionados en rumores en torno a los Dodgers.
Urías, calificado por MLBPipeline.com como el prospecto número 2 en todo el béisbol, ha hecho nueve aperturas por la tropa de Dave Roberts este año. Lleva marca de 1-2 con efectividad de 4.69 y 48 ponches en 40.1 entradas. Su última salida a nivel de Grandes Ligas fue el jueves pasado, cuando permitió una carrera en 4.0 innings ante los Nacionales.
Sale, de 27 años, tiene récord de 14-3 con promedio de carreras limpias de 3.18 y estará bajo contrato hasta el final del 2019. El domingo, Sale fue suspendido por cinco juegos por los Medias Blancas luego de romper y cortar uniformes retro que iba a usar el equipo el sábado. El zurdo les pidió disculpas a los fanáticos por el incidente y le dijo a MLB.com que espera seguir en Chicago y no cree que será cambiado.
«Quiero ganar un campeonato en Chicago; ésa ha sido mi meta desde el primer día», expresó el lanzador.
Otro abridor de los Medias Blancas, el colombiano José Quintana, sería otra opción para los Dodgers si Sale no está disponible. Una fuente le dijo a Jeff Passan de Yahoo Sports que el precio por Quintana podría ser casi tan alto como el por Sale.
SALE SE DISCULPA CON AFICIONADOS POR ROMPER UNIFORMES RETRO
CHICAGO –(Scott Merkin / MLB.com) Chris Sale no quiere ser cambiado por los Medias Blancas y tampoco cree que eso suceda, pese a su suspensión de parte del equipo de Chicago por romper y cortar los uniformes retro que los Patipálidos iban a vestir el sábado.
«Quiero ganar un campeonato en Chicago. Esa ha sido mi meta desde el primer día», le dijo Sale a MLB.com. «Eso nunca ha cambiado. Me vuelvo más apasionado porque sé que no es fácil ganar un campeonato. Requiere de muchas cosas.
«Nuestro enfoque principal debe ser ganar. Sé que cada jugador llega listo para ganar todos los días. No puedo hablar por nadie más, pero creo que no será cambiado. No lo sé a ciencia cierta. No sé qué están pensando ahora ni qué está pasando».
Para Sale, el tema principal del sábado no fueron los uniformes en sí, aunque el zurdo sí tuvo problemas con que el equipo pusiera iniciativas de mercadeo por encima de la meta de ganar.
«No importa nada más, realmente», dijo Sale de una manera calmada pero al mismo tiempo apasionada. «La gente no habla de los que más dinero ganan, sino de los que más anillos han ganado. Nuestros muchachos en este clubhouse merecen, para cada juego, la mejor oportunidad de lograr esa meta de ganar un campeonato. Para eso estamos todos aquí. No importa nada más».
Claro está que hay iniciativas económicas que motivan a los Medias Blancas, como en cualquier negocio. Los partidos con los uniformes retro son populares con la fanaticada y muchas veces se ve un auge en la asistencia. Cambiar de uniforme al último momento sin informarles a los espectadores, como sucedió el sábado, pudo haber provocado la ira de algunos fans que dijeron presentes para ver al equipo jugar con el estilo retro.
Según Sale, el problema surgió durante los entrenamientos de este año, cuando los jugadores de los Medias Blancas probaron los uniformes retro. En el 2015, les quedaron demasiado grandes a los integrantes del equipo y no se pudieron usar. Sale afirma que a los jugadores no les simpatizaron dichos uniformes en sentido general, y que de su parte nunca había lanzado con la camisa fuera, como es el caso con los uniformes que se iban a usar el sábado.
El viernes, un día antes de su salida programada, a Sale se le informó que aquellos uniformes de los Medias Blancas de 1976 a 1981 serían los que el equipo usaría el sábado. Sale le pidió al encargado del clubhouse un uniforme distinto, expresando sus preocupaciones al coach de pitcheo Don Cooper. Sale quería vestir los uniformes retro de 1983, que al final sí se usaron el sábado. El motivo era que no quería lanzar con la camisa fuera.
Cuando llegó Sale el sábado y los uniformes de 1976 estuvieron puestos en los casilleros de los jugadores, Sale volvió a expresar sus preocupaciones a Cooper y al manager Robin Ventura. El mismo Sale reconoce que hablando con Ventura, perdió la calma. Al no recibir la respuesta que quería, Sale supuestamente cortó y rompió su propio uniforme y los de algunos compañeros, lo cual hizo imposible usarlos.
«Cuando vi que algo estuvo por encima de la mentalidad de ganar en un 100%, tuve problema con eso», dijo Sale. «Traté de poner el tema y decir, ‘Escuchen, esto es lo que pienso y lo que me preocupa’. No se me hizo caso debido a la parte de los negocios. Nunca entenderá por qué tenemos que hacer algo del lado empresarial que vaya a impedirnos a ganar un juego.
«(Los uniformes retro de 1976) son incómodos y poco ortodoxos. No quería salir a lanzar y no tener lo mejor de mi material. No sólo eso, sino que no quería alterar mi mecánica. Son muchos factores, pero no tenía nada que ver con lucir mal con la moda. Nada».
Al final, Ventura le informó a Sale que no habría un cambio de uniforme a último momento por él.
«No puse el mercadeo por encima de ganar», dijo Ventura. «Pero todo el mundo tiene cosas que tiene que hacer. Tiene que haber un límite en algún momento, y eso es lo que pasó».
Sale les pidió disculpas a los fans y a sus compañeros el lunes, sobre todo a los relevistas de Chicago por lanzar en su lugar el sábado.
«Lo lamento, porque juego 33 veces al año como máximo en la temporada regular. Le pongo mucho énfasis a esos momentos cuando juego y lo hago con mucho orgullo», dijo Sale. «Cuando no lo hago, quedo decepcionado conmigo mismo al no dar la cara por los muchachos.
«¿Lamento luchar por lo que creo? Para nada. ¿Lamento decir que los negocios no deben estar por encima de ganar? Para nada».