Roberto Osuna pasó de trabajar en el campo a ser uno de los mejores cerradores de Grandes Ligas
CLEVELAND –( Por: Geovany Guerrero. Univisión) Roberto Osuna se paró en la loma como siempre: tranquilo, sereno y con sangre fría. El mexicano sacó cinco outs y se llevó el salvamento en el segundo triunfo de los Azulejos de Toronto contra los Rangers de Texas en la serie divisional de la Liga Americana.
«Se siente cómodo en situaciones difíciles, por haber crecido donde creció», comentó La Troy Hawkins a AP hace un año.
Osuna tuvo que dejar la escuela a los 12 años para ayudar a su familia, se fue con su padre Roberto, exbeisbolista, a recoger legumbres al campo: tomate, papa, pepinillo, tomates. Trabajaba 12 horas, de cinco de la mañana a cinco de la tarde.
Después de la ardua labor en el cultivo, Roberto se ponía con su padre a lanzar. El equipo juvenil al que pertenecía hizo giras en Japón e Italia, los scouts de Grandes Ligas ya habían puesto su radar en el joven mexicano.
A los 16 años, Osuna debutó en la Liga Mexicana de Béisbol con el equipo más ganador en la historia de la pelota azteca, los Diablos Rojos del México, se puso la franela escarlata la cual su papá también vistió. El todavía adolescente llamó la atención de los Azulejos de Toronto y lo firmaron por 1.5 millones de dólares, su familia no ha sufrido más carencias económicas.
El ‘Cañoncito’, a su tío Antonio le decían el ‘Cañón’ y también lanzó en Grandes Ligas, debutó en la gran carpa cuando tenía 20 calendarios, su estreno se postergó porque cuando llegó se lastimó y tuvo que someterse a la cirugía Tommy John, aun así tuvo 20 salvamentos.
El 2016 fue de ensueño para el mexicano, se consolidó con los Azulejos como el mejor cerrador del equipo, tuvo 36 juegos salvados, el mayor número en la historia de las Grandes Ligas para un lanzador de 21 años. Osuna muestra un temple en el montículo poco antes visto, en sus tenis tiene la frase “No Panic” y la cumple a la perfección.
Sus compañeros estás sorprendidos por la serenidad que siempre muestra, no importa la situación, el azteca siempre domina los nervios y muestra sangre fría.
«Es su compostura, tiene una presencia y una calma cuando está en la lomita. Aunque está muy joven, aparenta ser un jugador más veterano y con más experiencia de la que tiene. Una de las características más difíciles de conseguir en los jugadores jóvenes es confiar en su talento, tener esa paz y tranquilidad cuando está compitiendo y más en las situaciones en que él lanza, las situaciones más apretadas del juego», comentó el dominicano José Bautista a AP.
Roberto Osuna pasó por escenarios difíciles, por eso lanzar en un juego de béisbol no lo espanta, dice que tiene cómo defenderse: “Dios es mi escudo. Trato de nunca bajar la guardia, trato de ser positivo todo el tiempo», señaló a la agencia de noticias.