SE VAN AL SÉPTIMO JUEGO

Dodgers vencen a Astros y a Justin Verlander para empatar la Serie Mundial.

LOS ÁNGELES –(Ronald Blum / Associated Press ).  Joc Pederson sacudió un leñazo que envió la pelota por encima del muro del jardín izquierdo. Durante su recorrido triunfal, se dio golpes en el pecho y bailoteó por los senderos, describiendo tantos giros como los que ha dado esta Serie Mundial.

La nueva remontada significa que este Clásico de Otoño deberá definirse de un modo congruente con las emociones que ha deparado: en un séptimo juego.

«Es algo apenas adecuado», dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts.

Chris Taylor disparó un doblete que empató la pizarra ante Justin Verlander en la sexta entrada, Seager le siguió de inmediato con un elevado de sacrificio que significó la ventaja y los Dodgers de Los Ángeles se impusieron el martes 3-1 a los Astros de Houston.

Tras perder dos de tres juegos en el Minute Maid Park de Houston, los Dodgers lograron sobrevivir en casa.

«Nos alimentamos de este público, sin duda», dijo Taylor. «Creemos que tenemos una gran ventaja por ser locales».

Pederson estiró la delantera del equipo local en el séptimo capítulo, mediante un jonrón contra Joe Musgrove. Fue su segundo bambinazo ante el derecho en tres juegos, y amplió a 24 el número de vuelacercas conectados de forma combinada en esta Serie Mundial, un récord.

El jardinero se mostró jubiloso. Señaló hacia la cueva de los Dodgers y frotó sus dedos índices contra los pulgares, para señalar que había pegado un batazo que valía mucho dinero.

Incapaz de batear en un tramo de esta campaña, Pederson fue enviado a las menores. Sus compañeros comenzaron a prometerle que le pagarían por los jonrones que disparara al jardín contrario, en un intento por alentarlo a batear la pelota en otra dirección.

«En una situación así, a uno se le borra la mente», dijo Pederson, quien totaliza tres palos de cuatro esquinas en la serie. «Voy a tener que ver la repetición para darme cuenta de lo que hice».

La remontada en el sexto juego y en plena Noche de Brujas dio a los fanáticos en Los Ángeles toda una golosina. El Clásico de Otoño se ha extendido a siete duelos por segundo año consecutivo, luego que los Cachorros de Chicago derrotaron a los Indios de Cleveland en 2016.

Yu Darvish abrirá por Los Ángeles, que no se corona desde 1988. El manager de los Astros, A.J. Hinch, había decidido no anunciar a un posible abridor sino hasta conocer el desenlace del sexto juego.

El piloto terminó decantándose por Lance McCullers Jr.

«Son dos equipos increíbles que tratan de llegar primero a la meta», destacó Hinch.

Será la primera vez en la historia que el Dodger Stadium albergue el séptimo encuentro de una Serie Mundial. Darvish buscará revancha tras llevarse una paliza en la segunda entrada del segundo juego, en el que McCullers llevó a Houston a un triunfo por 5-3.

George Springer bateó un vuelacerca en el tercer acto ante el abridor Rich Hill, para dar la ventaja a Verlander y a Houston, un equipo que jamás ha ganado el Clásico de Otoño, en 56 años de historia.

Pero por décima ocasión en la serie, una ventaja se desvaneció. Es la quinta vez que Houston dilapida una delantera.

Y Verlander cayó a una foja de 9-1 con los Astros.

Después del vertiginoso festival de bateo, que Houston ganó el domingo 13-12 en 10 entradas, el pitcheo hizo su aparición.

Los relevistas de los Dodgers se combinaron para laborar cuatro innings y un tercio sin tolerar carrera. Brandon Morrow retiró a Alex Bregman mediante un rodado, para que las bases se quedaran llenas en el quinto acto.

Tony Watson retiró al venezolano Marwin González por medio de un globo, con dos a bordo y dos outs en el sexto.

Y el japonés Kenta Maeda salió de un atolladero con dos corredores en las bases, en la séptima entrada, cuando el antesalista Justin Turner le echó el guante a un rodado del venezolano José Altuve y lanzó justo a tiempo hacia el primera base Cody Bellinger.

Luego de dilapidar la ventaja en la novena entrada del segundo juego y de perder el quinto, Kenley Jansen retiró a seis contrincantes en fila para llevarse el salvamento. El out 27 llegó con un ponche al boricua Carlos Beltrán, veterano de 40 años.