El pitcher mexicano podría tener otra oportunidad con Medias Rojas.
OAKLAND – (Manolo Hernández Douen / LasMayores.com). No son muchos los peloteros que brillan de inmediato al escalar al difícil firmamento del Béisbol de Lujo, pero a veces se impone a la larga la tenacidad de jugadores que esperaron por mucho tiempo para disfrutar de esa dorada oportunidad.
Tal vez Héctor Velázquez, derecho mexicano de 28 años de edad, sea uno de esos lanzadores que aprenden de una faena discreta en su aurora en la meca de la pelota, para luego consagrarse con el fin de quedarse por un buen rato en la cima del apasionante mundo del diamante.
Derrotado por los Atléticos en Oakland la noche del jueves 18 de mayo, cuando prácticamente todo México esperaba por el debut de uno de sus consentidos por tantas temporadas de brillo en su patria, Velázquez, sigue preparándose, ahora en las Grandes Ligas, para demostrar que puede dar mucho más como serpentinero.
Ascendido a los Medias Rojas por una situación de emergencia que se le presenta a la rotación del dirigente John Farrell, Velázquez pudiera recibir por lo menos una oportunidad más para abrir con Boston. Primero, porque lo dejaron en el roster grande. Segundo, porque el manager de los Patirrojos adelantó el viernes que no va a subir al estelar David Price hasta saber que ha acumulado suficientes lanzamientos en su actual etapa de rehabilitación en las ligas menores.
«Uno aprende más de las derrotas que de las victorias», filosofó Velázquez, nativo de Ciudad Obregón, Sonora.»Es [su debut] una experiencia que queda marcada en mi vida. Lamentablemente no tuvimos el resultado que hubiera deseado, pero debo aprender de lo que pasó.
«Estaba un poquito emocionado, la adrenalina estaba al ciento», admitió Velázquez la tarde del viernes en los vestidores del equipo visitante en Oakland. «Trataba de controlarla a ratitos, pero me ganaba».
Tan pronto terminó su faena, comenzó a recibir mensajes de estímulo de tantos y tantos que desde hace años piensan que Velázquez merece estar en las Grandes Ligas. Desde Japón, su colega Luis Mendoza le envió una nota por Twitter con una foto de Héctor al lanzar esa noche con Boston. El otrora gran lanzador azteca Rodrigo López, ganador de 81 juegos en las Mayores y posteriormente comentarista de los Diamondbacks de Arizona, ha sido uno de los que más le han hablado sobre cómo tener éxito.
«He conversado mucho con Rodrigo, me ha aconsejado varias cosas», agradeció Velázquez. «De hecho, hace ratito estuve hablando con él. Me ha ayudado bastante».
En realidad, fueron los consejos de dos grandes de la pelota mexicana los que han influído más para que Velázquez llegase a la Gran Carpa. Aparte de López, hace muchos años, Matías Carrillo, legendario bateador mexicano que estuvo en las Mayores del 1991 al 1994, le comentó algo que lo impactó mucho.
«Yo era outfielder y los Gigantes de San Francisco se interesaron en firmarme cuando tenia 18 años de edad», rememoró Velázquez. «Algunos me decían que tenía cualidades para lanzar, pero necesitaba tomar una decisión. Carrillo me aconsejó que me convenía hacerme pitcher. Me dijo ‘toma la decisión que tu quieras, pero analiza bien las cosas. De bateador [de contacto] estás bien, pero probablemente solamente vas a poder jugar en México. A lo mejor como lanzador, te dan oportunidad para Estados Unidos’.
«En mi transición a pitcher, casi para los 20 años de edad, varios equipos me fueron a ver, entre estos los Astros de Houston, pero nunca se pudo concretar nada», describió el ahora número 76 de Boston.
Con los años, Velázquez aprendía más y más de los secretos del pitcheo. Nunca perdía la esperanza de que se fijasen en sus servicios y trataba de poner buenos números en México.
«Al principio solamente tenía recta y el cambio de velocidad», relató Velázquez de su aprendizaje como pitcher. «Después fui aprendiendo la slider y la curva. Tuve una operación en el 2011 y luego aprendí la recta cortada. Mientras iban pasando los años, fui recogiendo lanzamientos.
«Llegó [en el 2017 en el nuevo parque de los Tomateros de Culiacán] la oportunidad de ir a la Serie del Caribe y sabía que iban a verme scouts de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur», comentó Velázquez, que lanzó dos tremendos juegos en ese evento, incluyendo seis episodios en blanco en la final frente al eventual campeón Puerto Rico. «Me propuse dar lo mejor de mi, para que alguna organización pudiera fijarse. Después de que me hablaron los Medias Rojas, como a los dos días lo hicieron los Yankees de Nueva York. Siempre le voy a agradecer a la organización de Boston por darme la oportunidad que tanto esperaba».
Es así como finalmente llegó a la pelota de los Estados Unidos con miras a la temporada del 2017 y su tremendo inicio en la Triple A, con efectividad de 1.55 en cinco aperturas con Pawtucket en la Liga Internacional, motivó a los Medias Rojas a subirlo.
«Era su primer día en las Grandes Ligas y vino a competir, a tirar su juego», describió el boricua Christian Vázquez, que fue su receptor en su debut en Oakland. «Cualquier pitcher puede tolerar jonrones. Compitió y eso me gustó. Nunca bajó la cabeza. La curva de él es grande, es lenta, es súper buena. Me gusta su recta».
Por su parte, Farrell esperaba más de Velázquez en cuanto a su habilidad para localizar sus pitcheos. Es algo en lo cual debe trabajar el derecho mexicano para poder tener éxito cuando se le presente una siguiente oportunidad.
«Se produjeron momentos en los que sí localizaba los pitcheos, pero necesita ser consistente con eso», especificó Farrell. «Es importante para él comandar la zona de strike, lo cual hace bien de acuerdo al reporte que teníamos a la hora de firmarlo. Para que pueda tener éxito a este nivel con esa velocidad [88-90 millas por hora], necesita tirar la bola a localizaciones de calidad».