ASTROS VS DODGERS, DUELO ANALÍTICO

Dave Roberts tiene mucha confianza en sus Dodgers, pero para los analistas los Astros pueden dar la sorpresa.

(Eric Núñez / Associated Press) Si le gusta el enfoque analítico y estadístico en el béisbol, pues esta esta Serie Mundial le va a fascinar.

Cierto, todos los equipos de las Grandes Ligas se han sumergido en la cultura de datos. Los campeonatos conquistados por Theo Epstein con los Medias Rojas de Boston y los Cachorros de Chicago se basaron en emplear la información para exprimir sus rosters.

Pero el duelo entre los Dodgers de Los Ángeles y los Astros de Houston a partir del martes enfrenta a dos proyectos ambiciosos, con equipos que amasaron talento mediante el draft amateur, un cuidadoso rastreo en Latinoamérica, canjes acertados y fichaje de desertores cubanos.

«Yo no veo a otro equipo que sea más preparado que el nuestro», proclamó el manager Dave Roberts sobre la pericia de sus Dodgers para el análisis.

Pero Roberts no debería vanagloriarse tanto. Los Astros están en la segunda Serie Mundial de su historia por su fe ciega en los datos para explotar las debilidades del oponente, haciéndolo con una temeridad sin límites.

El mejor ejemplo fue el séptimo juego de la serie de campeonato de la Liga Americana frente a los Yanquis de Nueva York, en la que no les tembló el pulso cuando quedaron abajo 3-2.

Como sabían que los bateadores de Nueva York eran endebles ante lanzamientos rompientes, y en vista de que el bullpen no les ofrecía garantías, los Astros demostraron por qué son uno de los equipos que están a la vanguardia en contar con pitchers que tiran curvas con pronunciado efecto en la rotación.

Fue así que apelaron a Charlie Morton y Lance McCullers Jr., y los dos se combinaron para lanzar 65 curvas en 108 pitcheos el sábado. Integrante de la rotación abridora que este año fue seleccionado para su primer Juego de Estrellas, McCullers Jr. acabó con un rescate de 12 outs. No se cansó de tirar curvas, un total de 24 seguidas para sellar la victoria por 4-0.

Los Astros no ocultan su orgullo por sus métodos, insistiendo que no todo se concentra en los números.

«Antes que nada, somos un equipo de béisbol», dijo el manager A.J. Hinch. «Nos guiamos mucho por el análisis y eso no es malo. Bromeo por mis antecedentes, mi educación, de (la del gerente general) Jeff (Luhnow) y la gente que está en los despachos, que son de los más avanzados que hay en el béisbol en ese sentido. Quizás hace cinco años, antes que yo llegara aquí, eso se podía ver como distinto. Ahora es algo que se busca calcar. En esa dirección va el béisbol. Así es cómo el juego evoluciona. Uno evoluciona con ello o te conviertes en un dinosaurio».

La noche del sábado — y este octubre — empezó a gestarse en 2012, en el primer draft de Luhnow, el ejecutivo que vivió su niñez n la Ciudad de México. Los Astros tuvieron la primera selección del draft y la emplearon para tomar al torpedero Carlos Correa y también a McCullers. De por medio, entre 2011 y 13, debieron sufrir con tres temporadas consecutivas de 100 derrotas al tiempo que reducían drásticamente el gasto de nómina, dejándolo en 27 millones de dólares al inicio de 2013.

En cambio, los Dodgers han tenido la nómina más cara de las mayores en los últimos cuatro años, con 225 millones invertidos al comienzo de esta temporada. Houston subió a 122 millones para situarse a mitad de tabla entre los 30 equipos.

La capacidad de invertir a manos llenas ha dado el margen de maniobra para que el presidente de operaciones Andrew Friedman y el gerente Farhan Zaidi pueden absorber transacciones desastrosas como fue el caso de tener que desprenderse de Carl Crawford cuando aún le debían 35 millones garantizados en salario.

Pero los Dodgers también han sido exitosos en el draft. El torperdero Corey Seager fue tomado en el mismo reclutamiento de Correa, con la 18va selección de la primera ronda. Un año después, Los Ángeles tomó al primera base Cody Bellinger en la cuarta ronda.

¿Cuál será el fiel de la balanza entre dos equipos que superaron las 100 victorias?

A los Dodgers les conviene tomar la ventaja temprano en los juegos para seguido movilizar a su bullpen, liderado por el cerrador Kenley Jansen. Los relevistas de los Dodgers han hilvanado 23 innings sin permitir carreras en la postemporada, a partir del segundo juego de su serie divisional contra Arizona. Colgaron 17 ceros ante los campeones Cachorros en la serie por el título de la Nacional. Jansen apenas ha sido exigido este octubre, sin pasar de los 18 lanzamientos en cada una de sus siete apariciones.

Si los Astros buscan dar un golpe demoledor, tendrán que hacerlo al enfrentar a los zurdos Clayton Kershaw y Rich Hill en los primeros dos juegos. Durante la temporada regular, Houston fue el cuarto equipo que menos ponches recibió ante zurdos y lideró ese renglón tras el receso por el Juego de Estrellas. Correa bateó para .391 contra zurdos, el tercer mejor promedio en las mayores. Altuve lo hizo para .353.