DESDE LA BUTACA

Guillermo "Memo" Luna. (izquierda)

     “Los Only One Game”

Todos los que hemos practicado el Béisbol, en algún momento de nuestra infancia o adolescencia, soñamos y fantaseamos con jugar en las Grandes Ligas.

Para practicar Béisbol es básico que el niño tenga su guante, bate y pelota, una vez que se incorpora a una liga se debe comprar uniforme, spikes, casco y maleta para guardar sus aditamentos. Es de resaltar que el equipamiento no es nada económico. Dependiendo de la calidad de los complementos se pueden llegar invertir una buena cantidad de dinero y hay que recordar que los plebes crecen rápido y son muy «lumbres» con la ropa, así que se deben renovar uniformes y spikes seguido. Además se pagan cuotas de inscripción, entrenamiento y un seguro de gastos para accidentes.

Luego vienen los torneos, los municipales no son tanto problema, pero los estatales, regionales y nacionales son otro cantar, en este punto se tiene que gastar bastante y dependiendo del lugar y el tiempo del viaje la inversión puede ascender a decenas de miles de pesos.

Desde pequeños muchos niños van pintando para sobresalir, pero llegando a la adolescencia es cuando se hace un filtro, a los 16 años pueden ser firmados por organizaciones profesionales.

¿Cuánto tiempo le invierte un pelotero a su formación? Bastante, ya que entrenan en ligas desde muy chicos, van a academias, luego a sucursales y pocos muy pocos logran llegar a lo más alto del pódium: Las Grandes Ligas.

Bueno, ya dejamos en claro el largo camino que hay que seguir hacia el “Big Show”, muchas veces hemos escuchado que lo difícil no es llegar sino quedarse, por lo mismo el tema en cuestión es muy interesante: Jugadores que llegaron  pero solamente participaron en un juego. Al indagar a fondo, es sorprendente la cantidad de casos que existen, al momento de escribir estas líneas, suman un total de 1549 peloteros que solamente vieron acción en un juego y después ya no fueron requeridos.

Ya entrados en el tema nos dimos a la tarea de buscar si algún pelotero mexicano figuraba en esta lista y encontramos dos: Francisco Estrada y Guillermo Luna.

«Paquin» Estrada está considerado entre los mejores  receptores que ha dado nuestro Béisbol, fue un jugador longevo ya que llego a ver acción en 30 temporadas en la LMP(récord de liga). Su calidad lo llevo a Estados Unidos y el 14 de septiembre de 1971, el sonorense debuto con los Mets de New York al entrar de emergente y quedarse en el juego,  en su primer turno pego hit y en el segundo fue dominado, nunca imagino que ese sería su único imparable y su último turno en la Gran Carpa. Después anduvo varios años en sucursales de Baltimore, Angelinos y Cachorros sin volver a recibir el llamado.

El nativo del Distrito Federal «Memo» Luna fue un tremendo pitcher zurdo, a los 23 años el 20 de abril de 1954 los Cardenales de San Luis le dieron la bola para enfrentar a los Rojos de Cincinnati, con tan poca fortuna que no logro sacar el inning. Lanzo 2/3 de entrada en los cuales enfrento a 6 bateadores tolerando 3 carreras. Nunca más recibió otra oportunidad en las Mayores.

Otros mexicanos que estuvieron muy pocos juegos son: Noé Muñoz(2), Ever Magallanes y Bobby Herrera(3), Javier Arturo López y Narciso Elvira(4 ) y Luis Carlos García y Walter Silva(6).

Es importante dimensionar bien las cosas, el solo hecho de haber jugado aunque sea una sola vez en Grandes Ligas es un privilegio y un gusto que nadie podrá quitarles, ya que existen gran cantidad de jugadores de reconocida calidad que simplemente no pudieron llegar. El caso más conocido es el de Héctor Espino un hombre que nació para batear pero que no pudo o no quiso probarse en el mejor Béisbol del mundo y con todo y sus entorchados siempre existirá la duda en torno a si hubiera o no podido hacer carrera en Estados Unidos.

Retomando el tema de los “Only One Game”, ¿Valdrán la pena tantos años de entrenamiento, sacrificio y entrega para acumular solo un juego al más alto nivel? Indudablemente sí, el 2014 tuvimos el privilegio de sostener una amena plática con Don “Paquín” quién nos contó las peripecias que vivió aquel septiembre del ´71 y sin vacilar nos confirmó que fue una de las mejores experiencias de su vida, ya que cumplió el anhelo que tenía desde su niñez, sin importar que el sueño haya sido fugaz pero sin lugar a dudas inolvidable.

Que tengan un excelente día.

Hermosillo, Sonora a 10 de junio del 2019.

Dr. Tomas Alonso López Rios

Director de Solo Béisbol México

Email: thomas.71@hotmail.com

Twitter: @solobeisbolmx