*A sus 82 años de edad, Héctor deja un gran legado en la crónica deportiva no solo de la Mex-Pac, también a nivel nacional.
*Tuvo la fortuna de narrar a lado de dos de sus hijos, Alfredo y Héctor.
Por Jesús Álvarez Palafox
Una noticia que se convierte en dolor, un dolor que es difícil mencionarlo….¡¡¡¡ Mira Octavio, el Wenchy Ramírez toma un bat, va a venir en plan de emergente y un mochitense puede darle el campeonato a los cañeros¡¡¡¡¡…Así se escuchó esa hermosa crónica junto a Octavio Ibarra Cota aquella noche del 27 de enero de 1984.
La voz inconfundible de Héctor Islas López se dejaba escuchar en aquel juego entre Cañeros y Ostioneros donde se escribió la historia de un segundo campeonato para los Cañeros de Los Mochis…..¡¡¡¡¡ Ya presenta el Huevo Romo, el lanzamiento….¡¡¡¡¡Batazooooo, la pelota va para atrás para atrás y mochis campeón, mochis campeón¡¡¡¡¡¡¡.
Esa hermosa voz se opacó, se apagó la noche de este miércoles 8 de julio, murió Héctor Islas López, quizá el mejor o de los mejores cronistas deportivos que ha dado nuestra ciudad. Si murió Héctor Islas López, difícil de digerirlo, sobre todo para aquellos que trabajamos con él, aquellos que estuvimos a su lado y que tuvimos la oportunidad de aprender los secretos de la crónica deportiva….Murió Héctor Islas López, aun no lo creemos, esa voz que se convirtió en un icono de la radiodifusión en nuestra ciudad de Los Mochis, el hombre que vivió para hacer de la crónica deportivo algo de primer nivel en los Mochis a lado de otro grande como lo fue Octavio Ibarra Cota.
LOs YANQUIS DE NUEVA YORK
Murió Héctor Islas López, el hombre que en alguna ocasión tuvo en sus sueños llegar a la pelota profesional, estuvo a punto de lograrlo, en alguna ocasión en su etapa de juventud fue firmado por los Yanquis de Nueva York. “La verdad difícil, estuve en algunos equipos de los Yanquis pero se necesitaba mucho para alcanzar el objetivo”, nos dijo en una ocasión el gran maestro.
Y si alguien sabia y conocía el beisbol, ese fue Héctor Islas López, nunca necesito la tecnología moderna, siempre con su libreta bajo el brazo donde tenía sus apuntes y aún recuerdo aquellas palabras cuando juntos transmitíamos el programa “Mano a Mano Beisbolero”. “En la efemérides de este día, el día 22 de diciembre de 1972, Héctor Espino conectaba tremendo jonrón ante Bob Kaiser de los Cañeros de Los Mochis para darle la victoria a los Naranjeros de Hermosillo”.
Aun está fresca en nuestra memoria aquel domingo del 16 de noviembre de 1975 en el estadio Emilio Ibarra Almada cuando la inconfundible voz de Héctor anunciaba el final del partido y donde el zurdo norteamericano Peter Bonfiels lanzaba juego sin hit y sin carrera ante los Yaquis de Ciudad Obregón.
Fueron muchos los auts, fueron muchas las carreras, fueron muchos los juegos donde los aficionados mochitenses cada noche escuchaban la crónica, la dupla de dos grandes como fueron Octavio Ibarra Cota y Héctor Islas.
La noche de este miércoles 8 de julio de 2020, Héctor Islas López decidió partir al cielo a reunirse con Octavio, quizá llamado para un importante encuentro para narrar, deja un gran dolor a sus hijos, a su familia y a sus amigos que sin duda lo vamos a extrañar demasiado.
Una de las grandes satisfacciones que tuvo Héctor, fue sin duda alguna, trabajar a lado de sus hijos, sueño que se le cumplió cuando se juntó con Héctor y Alfredo en el beisbol de la “Clemente Grijalva, en la estación “Radio Fama” hoy conocida como EXA del grupo RSN.
Si algo tenia Héctor, era esa gran memoria, con rapidez respondía cualquier pregunta, de cualquier temporada. Pasa a la historia como el primer cronista que narró un partido dentro de la Liga “Clemente Grijalva” y fueron muchos encuentros narrados con sus queridos Cañeros de Los Mochis y en alguna ocasión trabajó para los Algodoneros de Guasave. En el épico programa Mano a Mano Beisbolero, también le toco hacer mancuerna con su hijo Alfredo y en ocasiones el comentario de Héctor Jr.
El año pasado, en la serie final de la Liga “Clemente Grijalva”, quisimos revivir esa maravillosa voz invitándolo a narrar un juego de la final, su respuesta la comprendimos. “No ya no, el beisbol ya solo queda en mi recuerdo”, su voz sonó opaca pero `para nosotros seguía siendo la misma.
Héctor nació en los Mochis un 27 de Diciembre de 1938, hijo de don Julio Islas Heredia y Rosario Clementita López. Hoy se va un gran amigo, un gran maestro y una gran persona. Hasta siempre Héctor Islas López, tu voz seguirá sonando y escuchándose en cada aficionado que te recuerda.