El estadio Emilio Ibarra Almada recibió por última vez al maestro de la crónica
Los Mochis, Sinaloa,9 de julio de 2020 (IMDA).– La grama del estadio Emilio Ibarra Almada, el mudo escenario donde narró épicas batallas de sus queridos Cañeros de Los Mochis, despidió esta tarde a don Héctor Islas López.
La agradable tarde de jueves fue cómplice del emotivo momento en que se hizo una reseña de la vida del decano de la crónica, tanto de su paso por el micrófono, como de su humildad y gran amor que profesó a su familia, compañeros de trabajo, amigos o cualquier persona que le solicitara un consejo o ayuda.
Ahí estuvieron presentes el director del Instituto Municipal del Deporte de Ahome (IMDA), Felipe Juárez Soto; el director operativo, Emilio Torres Rosas; el presidente del Círculo de Cronistas Deportivos de Los Mochis, Marcos Valdez; el titular del Comité Municipal de Beisbol, Medardo Huízar Leal; su esposa Concepción Valenzuela, sus hijos y nietos, además de una buena cantidad de representantes de los medios de comunicación que en algún momento de sus carreras cruzaron su camino con el hombre del singular estilo para narrar los juegos de pelota.
La entrada por el jardín derecho del féretro fue acompañado por la crónica de aquel memorable episodio en que Manuel “Wenchy” Ramírez conectó el batazo que le dio a los verdes el segundo título de su historia en la Liga Mexicana del Pacífico, en la temporada 1983-84.
“Reciban sinceras condolencias de mi parte, de nuestro presidente municipal (Billy Chapman) y de todo el aparato municipal. Ahome está de luto con la partida de un hombre que transmitió su pasión por el beisbol a través del micrófono”, expresó Juárez Soto, quien hizo guardia de honor junto a Marcos Valdez, Medardo Huízar, Armando Nafarrate y Alfredo Islas, hijo de son Héctor.
“Él no está muerto, su alma está aquí, en este estadio”, dijo Alfredo Islas con voz entre cortada. “De niño lo que más disfrutaba era la compañía de mi papá por todas las historias que me contaba, y así como yo, hay muchos otros periodistas que sirvió de inspiración, por eso les pido que honren su memoria escribiendo y hablando con la pasión que él lo hacía”.
El ataúd fue colocado junto a un banner con la frase “Yo sigo el color blanco de la pelota”, creada por don Héctor Islas.
Marcos Valdez agradeció las invaluables enseñanzas que recibió de parte de don Héctor.
“Tuve la fortuna de convivir con él durante mucho tiempo, y durante una campaña lo tuve a un lado de mí (en las crónicas). Fue un año de mucho aprendizaje, pero más importante fue que ahí conocí la humildad”, señaló Valdez sobre don Héctor, a quien consideró como un padre.