Un día como hoy, hace 40 años, el zurdo mexicano Fernando Valenzuela se trepó al montículo del Dodger Stadium en el Día Inaugural y cambió el panorama de la temporada 1981 de los Dodgers.
Frente a 50,511 fanáticos y con la ayuda de su «tirabuzón» (screwball), Valenzuela lanzó la ruta y ponchó a cinco bateadores aquel 9 de abril de 1981 para que Los Ángeles se impusiera por 2-0 a los Astros. La victoria fue particularmente dulce, porque Houston había eliminado a los Dodgers de la contienda por los playoffs en un partido de muerte súbita la temporada anterior.
Valenzuela ganó sus siguientes tres aperturas, convirtiéndose en el primer y, hasta la fecha, el único lanzador desde 1945 que se ha apuntado victorias en cada una de sus primeras ocho aperturas en Grandes Ligas.
Cuatro décadas después, los números que logró Valenzuela durante dicha racha no dejan de impresionar: Siete juegos completos, cinco blanqueadas y efectividad de 0.50 en 72.0 episodios.
Todo empezó en aquel Día Inaugural.
“El hecho de que abrió en el Día Inaugural en el Dodger Stadium contra el equipo que nos había eliminado en el juego de playoff por el título de la División Oeste el año anterior, creo que agrandó el fenómeno de lo que Fernando logró esa temporada,” señaló el ex compañero de batería de Valenzuela en los Dodgers, Mike Scioscia.
En la postemporada—la más larga para ese entonces, debido a la ronda extra de series divisionales a raíz de la huelga—Valenzuela siguió brillando. Lanzando dos veces con los Dodgers al borde de la eliminación, El Toro dio la cara con marca de 3-1 en cinco aperturas.
Tras su joya de 8.2 entradas y una sola vuelta en el decisivo Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en un helado Estadio Olímpico de Montreal contra los Expos, Valenzuela culminó su 1981 con un juego completo, bien luchado, contra los Yankees en el tercer choque de la Serie Mundial con los Dodgers abajo en la serie 2-0. Tras 146 pitcheos y sin contar con su mejor material, Valenzuela rescató al equipo de Los Ángeles y lo puso en camino a coronarse campeón.
Fue la coronación del año mágico de la Fernandomanía, que tuvo sus inicios un día como hoy, hace 40 primaveras.