Associated Press
TOKIO — El mánager de Japón Kideki Kuriyama confiesa que aún siente un cosquilleo especial cuando ve jugar a Shohei Ohtani. Ha sido así desde que Kuriyama dirigió al fenómeno con los Hokkaido Ham-Fighters.
“Cuando vemos jugar a Shohei, no sólo los peloteros pero también los fanáticos japoneses, todo el país siente algo extra», dijo Kuriyama luego que Ohtani condujo a Japón a una victoria 9-3 sobre Italia la noche del jueve y que instaló a los Samurai Warriors en su quinta semifinal consecutiva del Clásico Mundial de Beisbol.
Ohtani cubrió casi cinco innings en su apertura y encendió con un toque el ataque de cuatro carreras en el tercero.
“Esta clase de momentos, es lo que Ohtani me hace sentir», dijo Kuriyama. “Este es Shohei. Este es Shohei. Cuando sale a disputar un partido decisivo como el de esta noche, somos testigos de la categoría que Shohei tiene”.
Masataka Yoshida, recientemente fichado por los Medias Rojas de Boston, disparó un jonrón y produjo la carrera de la ventaja con un rodado, consolidándose como el líder de impulsadas del torneo con 10. Kazuma Okamoto despachó un jonrón de tres anotaciones para Japón, que presume de un acumulado 47-11 en anotación frente a sus rivales tras cinco juegos.
Japón emprende vuelo hacia Miami para disputar una semifinal el lunes contra Puerto Rico o México. Cuba jugará la otra semifinal contra Estados Unidos o Venezuela.
Frente a 41.723 embelesados fanáticos en el Domo Tokio, Ohtani tiró su lanzamiento más rápido desde que firmó con los Angelinos de Los Ángeles en 2018, ponchando a Vinnie Pasquantino con una recta de 102 mph en el sexto. Ello superó el lanzamiento de 101.4 mph con el que ponchó a Kyle Tucker de Houston el pasado 10 de septiembre.
Ohtani (2-0) permitió dos carreras y cuatro hits en 4 2/3 innings con cinco ponches y un boleto. Se fue de 4-1 en el plato. Batea para .438 (16-7) con un jonrón, tres dobles y ocho impulsadas, más una efectividad de 2.08, 10 ponches y un boleto desde el montículo.
El astro tendrá cuatro días de descanso para poder lanzar en una posible final el martes — cuatro días y medio, si se toma en cuenta la diferencia de horario.
Ohtani estiró a 8 2/3 innings su racha sin tolerar carreras hasta que en el quinto permitió el sencillo de Dominic Fletcher — un suave contacto con las bases llenas y dos outs — hacia al jardín derecho. Ese fue el 71er y último pitcheo de Ohtani en la noche, corto por nueve del límite.
“Sufrí un poco en l cuarto y quinto innings, pero hasta entonces creo que estaba en buen ritmo y lo estaba haciendo bastante bien», dijo Ohtani.
Hiromi Itoh entró en relevo y retiró a Miles Mastrobuoni con un elevado que Yoshida engarzó estrellándose contra el muro del jardín izquierdo.
Japón es la única nación que ha alcanzado las semifinales en todas las cinco ediciones del Clásico, proclamándose campeones en las primeros dos — 2006 y 2009. Los Samurai Warriors fueron eliminados por Puerto Rico en 2013 y por Estados Unidos en 2017.
Italia, con Mike Pizza de mánager, sorteó la primera ronda por primera vez desde 2013. Fletcher, prospecto de los Diamondbacjs de Arizona, remolcó las tres carreras de Italia en la noche y conectó el primer jonrón del equipo en el torneo, un batazo solitario en el octavo ante Yu Darvish.
“Contra un equipazo como ese, hay que ser excepcionales», dijo Piazza. “Y está claro que no lo fuimos esta noche. No lanzamos bien esta noche. Necesitábamos una gran actuación de nuestros lanzadores”.
Los pitchers de Italia repartieron ocho bases por bolas.
“No puedes ganarle a un equipo como el de Japón con ocho boletos», señaló Piazza.