El cronista mochitense marcó época en las transmisiones de los juegos de los Cañeros de Los Mochis
Los Mochis, Ahome, Sinaloa, 21 de septiembre de 2023 (IMDA).- No se necesitaba asistir al estadio Emilio Ibarra Almada para estar presente en un encuentro de beisbol de los Cañeros de Los Mochis.
Sólo habría que encender la radio para adentrarnos a la magia, imaginación e inspiración de las narraciones de don Octavio Ibarra Cota para sentirnos en una butaca del legendario parque de pelota.
Ver, literalmente, el juego a través su voz.
La exquisita conducción de Ibarra Cota, llena de puntuales estadísticas que enriquecían sus comentarios, aderezada con detalles de la vestimenta de los jugadores, del graderío, en general, de todo el entorno del juego, llevaba a los aficionados a cerrar los ojos y vibrar con cada jugada, como si se estuviera en el mismo estadio.
Así de grande, así de fascinante fue la trayectoria de don Octavio Ibarra Cota a través de la crónica hablada y escrita.
Nacido el 14 de septiembre de 1937 en esta ciudad, la incursión de Ibarra Cota en los medios de comunicación se dio de manera casual, ya que, en octubre de 1954, don Manuel Ceferino Pérez Alvarado, dueño de la radiodifusora XECF, “La voz del Valle de El Fuerte”, lo invitó a trabajar como administrador, luego de los problemas que enfrentaba la empresa Circuitos del Pacifico, donde laboraba como contador público.
Francisco Pérez Alvarado, hermano de Manuel Ceferino, es quien le dio la oportunidad ese 1954 de meterse de lleno a la crónica deportiva, que combinó con la locución, además de hacer sus pininos en la prensa escrita en El Diario de El Fuerte, fundado por Ernesto Álvarez Nolasco, para posteriormente pasar a El Debate a invitación de don Manuel Moreno Rivas.
Cambio radical en su vida laboral. De los números, a la pasión del deporte.
En las transmisiones de los juegos de los Cañeros de Los Mochis en la Liga Mexicana del Pacífico compartió créditos con otro ícono de la crónica deportiva, don Héctor Islas López, formando una de las parejas más populares de la narración del beisbol durante décadas a lo largo y ancho de la Costa del Pacífico.
Transmitió el primer título de la novena esmeralda en la campaña de 1968-69, haciendo mancuerna con el mazatleco Rafael Reyes Nájera, “Kid Alto”, con quien inició el famoso programa “Mano a Mano Beisbolero” que se mantuvo al aire por espacio de 48 años.
Tras la conquista de la segunda corona del conjunto verde, en 1984, fue separado del micrófono por cuestiones comerciales en la concesión de los derechos de transmisión de los juegos de los Cañeros, lo que ocasionó constantes manifestaciones de los aficionados en el interior del estadio Emilio Ibarra Almada, hasta que regresó a las narraciones.
Transmitió los juegos de los Algodoneros de Guasave en la edición de 1980-81, luego de un permiso solicitado por los verdes para ausentarse debido a problemas económicos.
Se casó con Yolanda Hays Cruz, con quien procreó cuatro hijos, Octavio (ya finado), Jorge, Mayra y Carlos. Falleció el 27 de junio de 2007, a los 70 años de edad, apagándose una de las voces privilegiadas en la historia de la crónica deportiva.
Ingresó al Salón de la Fama del Deporte Ahomense en diciembre de 2022.
La historia de don Octavio Ibarra puede ser admirada en el Salón de la Fama del Deporte Ahomense, ubicado en la Ciudad Deportiva Aurelio Rodríguez Ituarte, donde se están recibiendo, al igual que en la deportiva Centenario, las propuestas para la entronización de los inquilinos de la clase 2023.
La fecha límite de entrega de documentos es este sábado, mientras el lunes 23 de octubre serán dados a conocer los nuevos inmortales por parte de la Comisión de Selección y Elección encabezada por el profesor Benigno Corrales López.
La ceremonia de entronización está programada para el viernes 15 de diciembre.