ESPN
Los Dodgers de los Ángeles aseguraron su décimo título divisional en 11 años, su undécima aparición consecutiva en los playoffs de Grandes Ligas y la decimoquinta de las últimas 20 temporadas. Y el lanzador mexicano Julio Urías, una de las principales armas del club en tiempos recientes, no estuvo ahí para celebrar con sus compañeros.
Peor aún: El zurdo no estará disponible para ayudar en el intento de detener el avance arrollador de los Bravos de Atlanta como representante de la Liga Nacional en la Serie Mundial y, muy probablemente, no volverá a ponerse la única camiseta que ha vestido a lo largo de su carrera profesional.
Por sus antecedentes de violencia doméstica y el hecho de que se convertirá en agente libre en noviembre, el futuro de Urías en las Grandes Ligas (MLB) es extremadamente incierto en estos momentos.
LO QUE SABEMOS: El domingo 3 de septiembre, Urías fue arrestado por la policía de Los Angeles acusado de violencia doméstica y liberado luego de pagar una fianza de $50 mil dólares. La policía dijo que Urías fue apresado por una violación al Código Penal 273.5, que es lesión corporal a cónyuge o conviviente. Las lesiones corporales a un cónyuge requieren que las lesiones corporales sean causadas intencionalmente por fuerza física y son un delito grave.
Además, el subdirector del Departamento de Seguridad Pública, Chris Carr, le dijo a Paula Lavigne de ESPN que un testigo capturó el incidente con un teléfono celular y que el video ahora está en posesión de las autoridades.
Urías también estuvo en licencia administrativa en 2019 luego de un arresto por presunta agresión doméstica. Aunque no fue acusado, luego de que la víctima decidió no proseguir en su contra, a Urías se le exigió que completara un programa de asesoramiento sobre violencia doméstica de un año de duración y la MLB lo suspendió por 20 juegos.
Desde que MLB y su Asociación de Peloteros (MLBPA) aprobaron la política conjunta contra Violencía Doméstica, Asalto Sexual y Abuso Infantil, ningún jugador ha sido suspendido dos veces por violar el programa.
LO QUE VIENE: Urías tiene cita en la corte el 27 de septiembre y lo que ocurra allí definirá su futuro inmediato, pero solamente en el aspecto legal. El comisionado de MLB, Rob Manfred, decidirá si el lanzador merece una sanción, y la extensión de la misma, basándose principalmente en la investigación de la liga.
De ser encontrado culpable, Urías podría enfrentar una sanción ejemplar por ser reincidente.
Es justo recordar que el lanzador norteamericano Trevor Bauer, un ex compañero de Urías con los Dodgers, recibió una suspensión histórica de 324 juegos (que posteriormente fue reducida a 194 juegos por el árbitro independiente), pese a que fue encontrado inocente no una, sino dos veces, por la justicia californiana. Bauer fue reinstalado en diciembre de 2022, pero los Dodgers lo dejaron en libertad en enero de 2023 y ningún equipo de las Mayores volvió a firmarlo, ni siquiera porque le saldría gratis.
FUTURO EN JUEGO: Además del hecho, lo peor del caso de Urías es el momento de la ocurrencia.
El zurdo de 27 años fue el lanzador abridor del juego inaugural de los Dodgers este año y tenía marca de 11-8 y efectividad de 4.60 en 117.1 entradas cuando fue puesto en licencia administrativa. En su carrera de ocho años, tiene foja de 60-25, efectividad de 3.11 en 158 juegos y 710 ponches en 717 innings.
En la postemporada ha sido un caballo (8-3, 3.68 y 60 ponches en 58.2 innings) y en 2020 fue pieza clave en la conquista de la primera Serie Mundial para los Dodgers desde 1988. Urías tuvo marca de 4-0, efectividad de 1.17 y ponchó a 29 bateadores en seis juegos (2 aperturas y 4 relevos) en esa mágica postemporada, que incluyó un salvamento perfecto de siete outs en el juego final del clásico de otoño contra los Tampa Bay Rays.
Por ser zurdo, efectivo y joven, Urías estaba en posición de acudir al mercado a reclamar el contrato más rico de la historia para un jugador mexicano en Grandes Ligas.
Los Angeles, la organización para la que ha jugado desde los 16 años de edad, ya señaló su decisión de seguir adelante sin Urías, cuando limpió su casillero en el camerino y le cedió el espacio al intermedista Kolten Wong.
En el mejor de los casos, si Urías sale exculpado de la justicia de Los Angeles y del castigo de MLB, aunque consiga trabajo, ciertamente no será en las mismas condiciones anteriores. El simple hecho de haber sido arrestado e investigado por segunda vez, lo convierten en una contratación de alto riesgo publicitario.
En el otro extremo, una sanción podría forzar a Urías a seguir los pasos de su compatriota Roberto Osuna (Fukuoka Softbank Hawks) y de su ex compañero Bauer (Yokohama Bay Stars), quienes tuvieron que vender su gran talento en el lejano oriente debido a la falta de interés en Estados Unidos.