PROBLEMAS LEGALES PARA MARIANO RIVERA

El Panameño dice que son infundadas las demandas de manutención

AP

PANAMÁ –– Mariano Rivera, quien se convirtió hace pocas semanas en el primer pelotero elegido por unanimidad al Salón de la Fama en la historia, salió el martes en su defensa ante las acusaciones en su contra, por presunto incumplimiento de manutención de dos hijos que tuvo fuera del matrimonio.

El ex cerrador de los Yankees de Nueva York, segundo jugador panameño que ingresa al más importante museo del béisbol, aseguró a medios locales que las demandas interpuestas desde hace meses en instancias judiciales de su país natal son

»Siempre he actuado… como un buen padre de familia», afirmó.

Rivera compareció ante la prensa de manera intempestiva, en momentos en que la parte querellante pide que el ex jugador de 49 años se presente ante las autoridades judiciales y enfrente las acusaciones.

»Él vino a limpiar su imagen ante los medios, en vez de notificarse y enfrentar el proceso», dijo a The Associated Press, Yovany Wyznick Ortega, abogada de la madre de los chicos, quien agregó que solicitarán a las autoridades que se impida a Rivera salir del país, si no hace su comparecencia.

Ortega explicó a la AP que las acusaciones contra Rivera se presentaron hace varios meses y que se trata de cinco demandas por supuesto incumplimiento en deberes como manutención y apoyo económico, principalmente en los últimos dos años. Agregó que hay también una acusación que puede llevar a consecuencias penales contra el exjugador y que se relaciona con presuntos delitos contra el orden jurídico, familiar y estado civil, en perjuicio de un chico y una chica de 11 y 15 años, respectivamente.

Dijo que Rivera »siempre había compartido» con los menores, pero que los abandonó y dejó de verlos en los últimos dos años.

»Dejó de pagar las cosas de sus hijos y los puso en una condición económica crítica», señaló la abogada.

Rivera está casado y tiene tres hijos de su matrimonio.

»Es la primera vez que Mariano Rivera habla de sus cinco hijos, no de tres», agregó Ortega.

Poco o nada se sabía públicamente de las acusaciones contra Rivera. No fue sino hasta el 11 de febrero que el asunto comenzó a ventilarse fuerte en los medios después de que una audiencia pedida por la defensa de Rivera, sin presencia del ex beisbolista, no llegó a celebrarse.

Rivera, quien reside en Nueva York, había pasado días antes por Panamá para hacer el lanzamiento de honor en la apertura de la Serie del Caribe, tras lo cual siguió viaje a República Dominicana. El martes, de manera inesperada, ofreció una larga entrevista radial y luego habló ante medios locales junto a sus abogados, con una breve declaración escrita.

»Es cierto que en los tribunales de justicia existen demandas, todas sin fundamento, las cuales están afectando a mis hijos a quienes quiero y amo con todo mi corazón», dice la declaración. »Les aseguro que siempre he actuado y actuaré como un buen padre de familia».

Los panameños festejaron el 23 de enero cuando se anunció la elección de forma unánime de Rivera al Salón de la Fama. Se convirtió, a su vez, en el segundo panameño en ser elegido al más prestigioso museo del béisbol después de Rod Carew, en 1991.