El sol de Puebla
Jorge Fitch, uno de los grandes ídolos de la afición poblana, y uno de los dos manejadores que ha sido campeón con la franquicia como jugador y manager falleció el jueves por la noche en Rosarito, un municipio cercano a Tijuana, Baja California, a la edad de 87 años.
Fitch, uno de los torpederos más brillantes que ha dado la pelota mexicana nació el Navolato, Sinaloa un 30 de marzo de 1934, y comenzó su carrera como pelotero a los 23 años con los Tigres de México.
“Era un deleite verlo jugar. Uno de los grandes torpederos que ha dado México”, comentó Ronnie Camacho, quien compartió con Fitch ocho largos años con los Pericos.
Tras su paso por Pericos fue enviado a Reynosa en 1968 y tras un breve paso por Tampico en 1971 y tras dos años (1972-1973) fuera del circuito, regresó a los Broncos donde se retiró en 1975.
Después de su retiro como pelotero en 1977 tomó las riendas de los tecolotes de Nuevo Laredo, a quienes llevó al campeonato venciendo en una gran final a los Diablos Rojos del México.
Dos años después llegó a Puebla contratado por don Jaime Pérez Avellá para tomar el timón de Los Ángeles, para ganar su segundo banderín como timonel. Aquella vez venció en siete dramáticos partidos a los Indios de Ciudad Juárez, en una final donde venció a su compañero con los Pericos campeones de 1963, José “Zacatillo” Guerrero.
Al año siguiente Fitch tenía a los Ángeles en la cúspide del circuito cuando explotó la huelga de peloteros en julio de 1980, siendo uno de los principales impulsores del movimiento.
Fitch dirigió entonces a los Ángeles 450 en la Liga Nacional ANABE a los que llevó a la conquista del gallardete en 1982.
En la pelota invernal también fue campeón con los Potros de Tijuana.
Tras estar alejado durante casi dos décadas de la Liga Mexicana, donde le cerraron por completo las puertas, Fitch volvió en 2004 cuando Tijuana fue autorizado para jugar en la pelota de Verano. Estuvo poco tiempo en la organización, ya que alguien se acordó de su pasado anabista y desapareció de la organización.
La última vez que estuvo en Puebla fue en 2017 cuando la organización de los Pericos de Puebla brindó un homenaje a los Ángeles campeones de 1979.
Ya minado de salud la famosa “Rata Güera” como la decían sus amigos, apareció ya postrado en una silla de ruedas, pero siempre amable y sonriente platicando con todo el que se le acercaba a pedirle un autógrafo.
Fue tal su romance con Puebla, que Fitch, realizó su último lance y mandó su última jugada suicida, exactamente un día antes de que la ciudad festejara los 490 años de su fundación.
Descanse en paz el gran Jorge Fitch.