JUDGE REFLEXIONA SOBRE SU PASO POR LAS LIGAS PEQUEÑAS

Bryan Hoch/MLB.com    

DETROT. El primer cuadrangular de Aaron Judge en Grandes Ligas fue en el Yankee Stadium, un tablazo panorámico que se estrelló en la fachada por encima de un restaurante ubicado en el jardín central antes de caer en la red de protección que cubre el Parque de los Monumentos.

Mucho antes de que Judge visitara a las leyendas en esa tarde memorable del 2016, estuvieron los campos de béisbol ubicados sobre la Calle East Front en Linden, California, justo detrás de la escuela primaria. Uno nunca olvida su primer jonrón sobre la cerca y en el caso de Judge, ese batazo lo conectó en las Pequeñas Ligas de Linden.

“Teníamos cuatro campos de béisbol – el Este y el Oeste eran los principales”, recordó Judge. “El batazo fue en el campo Este. Recuerdo que mi padre [Wayne] estaba parado sobre la línea, mirando el juego. Todavía mantengo esa pelota en mi recámara de pequeño”.

Mientras los Yankees se preparan para visitar Williamsport, Pennsylvania, para enfrentar a los Tigres en el Clásico de Pequeñas Ligas el domingo a las 7:10 p.m. ET por ESPN, Judge reflexionó sobre sus días en las ligas infantiles del Valle de San Joaquín en California, donde disfrutó del éxito en los terrenos de béisbol por primera vez vistiendo uniformes de clubes como los Rockies, Astros, Marineros y Piratas (aunque, extrañamente, nunca el de los Yankees).

“Me siento bien emocionado”, exclamó Judge. “He mirado esos juegos por muchos años ahora y esperaba que en algún momento tuviéramos la oportunidad de jugar ahí. He hablado con [Anthony] Rizzo y algunos otros muchachos que ya tuvieron la oportunidad de jugar ahí, y todos coinciden en que es una experiencia increíble compartir con todos esos pequeños.

“Estás jugando en un partido donde la mayor parte de la audiencia son niños de Pequeñas Ligas, y todos ellos están bien emocionados. Creo que va a ser un espectáculo bien divertido para todos nosotros”.

Desde que jugaba en Pequeñas Ligas, Judge siempre tuvo el deseo de ganar, pero sus recuerdos favoritos no siempre tenían que ver con lo deportivo.

“Creo que tenía que ver con jugar junto con tus amigos”, expresó Judge. “Comiendo un hot dog y tomando una Pepsi después del juego, pasabas un momento bien agradable. Nuestro puesto de comida estaba justo ahí, y todo mundo corría hacia éste, sin importar si perdíamos o ganábamos. Los pequeños corrían hacia el puesto para pedir su hot dog. Nos divertíamos bastante. Recuerdo que me gustaba mucho la práctica de deslizamientos en las bases y todas esas cosas divertidas que hacíamos.

“Había mucha competencia. Teníamos equipos bastante buenos en aquel entonces, y definitivamente eso me ayudó a poder llegar a Grandes Ligas”.

Si pudieras regresar el tiempo hasta el año 2000 y asegurar un buen lugar bajo el cielo soleado en los bleachers de Linden, lo más probable es que no tendrías problemas para identificar a un niño de ocho años de apellido Judge. El toletero ya era el jugador de mayor tamaño en sus equipos, a quien le gustaba imitar la postura para batear del infielder de los Gigantes, Rich Aurilia, su jugador favorito en aquel entonces.

“Jugaba la primera base; lo disfrutaba bastante”, manifestó Judge. “Jugaba la primera base la mayor parte del tiempo, porque era el niño más alto del equipo, además de que mi padre jugaba en la primera base en todos sus juegos de sóftbol. Entonces, trataba de ser como él. Creo que cubrí los jardines una o dos veces en el partido de los All-Stars porque teníamos a otro inicialista que era bastante bueno, entonces les dije, ‘Todo bien, voy a tratar de atrapar algunos elevados en el jardín izquierdo’.

“También fui lanzador y jugué en las paradas cortas. Donde ellos me necesitaran. Sólo buscaba conectar la bola por el medio del campo. Definitivamente, habría salido afectado por el shift (formación especial del infield) donde el equipo rival coloca a alguien detrás de la segunda base. Eso es lo que me enseñaron en aquel entonces, conectar la bola por el medio del terreno. Trataba de hacer justo eso en cada turno”.

Después de su paso por las Pequeñas Ligas, Judge jugó tres deportes diferentes en la Preparatoria Linden, donde se destacó en béisbol, fútbol americano y baloncesto. Reclutado para continuar jugando a nivel universitario, Judge dijo que lo que más le gustaba era el “juego de ajedrez” entre el lanzador y el bateador, lo cual lo animó a jugar béisbol para la Universidad Estatal de Fresno.

Y el camino de Judge continuó en ese campus universitario, hasta que “El Juez” se convirtió en jugador profesional, ahora reconocido como una de las estrellas más grandes del Rey de los Deportes y un candidato fijo al premio a Jugador Más Valioso. Judge asegura que las experiencias vividas en esos diamantes de Linden siguen beneficiándole. El cañonero espera que todos los jugadores de Pequeñas Ligas en Williamsport puedan absorber algunas de esas mismas lecciones este fin de semana.

“Honestamente, se trata de divertirse y seguir trabajando duro”, aseveró Judge. “Disfrutar al máximo estos momentos, porque van a pasar muy rápido. Siento como si fuese ayer que estaba jugando béisbol de Pequeñas Ligas, pero eso fue hace más de 20 años. Disfruta cada momento, pasa un buen rato con tus amigos y trabaja duro. Podrías estar jugando en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas ahora, pero ¿quién sabe? Podrías estar jugando en la Serie Mundial en 20 años”.