Se recuerda aquel niño en la Serie Mundial del 2002 cuando se atravesó en el home siendo rescatado por J.T. Snow.
Jessica Camerato/MLB.com
WASHINGTON — Siendo hijo del legendario manager Dusty Baker, Darre Baker ha estado en estadios de Grandes Ligas durante toda su vida. Por primera vez el domingo, estuvo allí como jugador de Grandes Ligas.
Darren fue uno de los jugadores subidos por los Nacionales en septiembre, junto con el derecho Zach Brzykcy, antes de la derrta de 14-1 contra los Cachorros 14-1 contra los Cachorros.
“Lo había imaginado en mi cabeza cuando era niño cómo sería, y es bastante cercano”, dijo Darren, de 25 años, después del juego. “Estaba un poco sorprendido. Poco a poco me asenté, y siento que pertenezco aquí. Estoy feliz”.
Después de años en que Darren acompañara a su padre a los partidos de las Mayores, Dusty, quien fue mánager de los Nacionales del 2016 al 2017, voló desde California para ver a su hijo en el Nationals Park. Los Baker llegaron a su hotel en Washington, D.C., alrededor de las 3:30 a.m. la madrugada del domingo, antes del partido pautado para la 1:35 p.m.
“Siempre pensé que iba a ser jugador de Grandes Ligas, porque eso es lo que él quería”, contó Dusty. “Puso el tiempo y el esfuerzo. Pensé que tenía el talento para hacerlo. No está demasiado impresionado de estar ahí. Está agradecido, pero se siente cómodo, como en casa.
“Los hijos de los jugadores, me gusta pensar en ellos como los hijos de los actores — todos los Estévez, todos los Sutherland — estos muchachos están en el set con sus padres desde que eran así de pequeños. Y lo mismo con Darren. Ese tercer nivel del estadio, no creo que lo impresione”.
Darren se hizo famoso por haber servido como recogebates de los Gigantes cuando tenía 3 años durante la Serie Mundial del 2002 contra los Angelinos. Durante el Juego 5, se acercó demasiado al plato tras un triple remolcador de Kenny Lofton, y fue rescatado de un potencial y peligroso choque por el primera base J.T. Snow, quien lo apartó del plato.
“Eso es algo que ni siquiera recuerda, y se lo recuerdan constantemente”, relató Dusty, quien se retiró de su carrera de 26 años como dirigente en noviembre. “Ésa es toda una historia. En ese momento, parecía algo gracioso o vergonzoso o lo que sea, pero en el círculo completo de la vida, tal vez se suponía que debía suceder”.
Darren debutó como bateador emergente por el venezolano Andrés Chaparro en el noveno episodio. Mostró lo cómodo que se sentía al hacer swing al primer pitcheo de Grandes Ligas que vio, una recta cortada del derecho Ethan Roberts, y conectó un sencillo al jardín central.
“Simplemente estaba tratando de hacerle swing a un strike. No me sentí apresurado; no estaba nervioso ni nada por el estilo”, aseguró Baker. “Simplemente estaba contento de haber dado el primero”.
Durante el partido, Darren pudo ver a sus padres en la tribuna y sabía que estaban allí cuando llegó a la primera base.
“Mi mamá, ella ha ido a todos los juegos”, relató Darren. “Pero mi papá, por no sé cuántos años, se perdió muchos juegos por la temporada de Grandes Ligas. Entonces, el hecho de que pudiera ver esto hoy es algo especial, y no lo voy a olvidar”.
El versátil Baker se ganó su ascenso después de una sólida temporada con Triple-A Rochester. Bateó para .285/.348/.340 con 20 dobles, dos triples, 49 carreras impulsadas, 70 carreras anotadas y 38 bases robadas en 112 encuentros.