
POR GILBERTO RUIZ RAZO
MÁS.- A raíz del cambio que llevó a Tomateros a Luis Cessa y Fernando Villegas que causó una serie de comentarios, han venido dos más que no han sido tan comentados, señal que, si bien no han sido de jugadores de los llamados “caballos”, demuestran que, la directiva de Yaquis, les siguen apostando a los movimientos.
PAREJOS.– Yaquis envió, recientemente, al jugador de cuadro Christian Gastélum, y recibió al serpentinero Cristian Alvarado, lo que se antoja como un cambio un tanto parejo. El hijo del ex jugador Carlos Alberto “Chispa” Gastélum, seguramente por recomendaciones del manejador Benjamín Gil, que lo tiene con Charros de verano, nunca recibió oportunidades con Yaquis. Lo que aparezca con Cristian Alvarado, un pitcher, será ganancia. En esto están de acuerdo muchos aficionados.
OTRO.- Y este sábado que pasó, la organización de Ciudad Obregón, agregó otra negociación, ahora con el equipo que sentará sus reales en Tucson, a partir de octubre cuando inicie una temporada más de la pelota invernal. Yaquis cede a José Carlos Ureña por los servicios de Miguel Guzmán, un buen jugador nacido en la ciudad de León, Guanajuato, y próximo a cumplir los 30 años y con cinco años de experiencia en este circuito. Dos con Algodoneros y tres con Mayos.
POR FIN.- Yaquis, por fin, hizo algo que muchos aficionados deseaban. Era que le dieran la oportunidad de ir a otra plaza. La que fuera, con tal de que al jugador nativo de Ciudad Obregón, le fuera mejor. Y es que, por muchos años, lo tuvieron pero como si pasara desapercibido en forma intencional. Manejador que estaba al frente del equipo, le negaba la oportunidad. Algunos consideran que sí le dieron la oportunidad.
DISTINTO.- Aparte de no recibir oportunidades reales, tampoco recibía la confianza de directivos ni del manejador en turno. Y estar en un equipo sin recibir nada, debe ser difícil. Distinto es cuando sienten que se les tiene confianza. Pero el trato que le dieron en Yaquis, siempre dejó mucho qué desear. Comparándolo con algunos jardineros extranjeros que han pasado por las filas de la tribu, digamos en los pasados ocho años, notaremos que, a varios, no pocos, les daban un trato de mucha paciencia.
OFENSIVO.- Miguel Guzmán es un buen bateador. En sus años en LaMP, que son cinco, una vez bateó por encima de la cifra mágica, las demás, muy cerca de ella. Y aunque no es un buen defensivo, puede ayudar, con su bat, a la tribu de Ciudad Obregón. El tiempo, evidentemente, dirá quien ganó en este movimiento, que nos parece un tanto parejo.
¿QUIÉN?.- La pregunta que no pocos se están haciendo en estos días, es la siguiente: ¿Qué jugador está en la mira de los directivos de Yaquis en ser cambiado?. ¿Acaso Alfredo Hurtado?. El receptor que estuvo prestado de la tribu a Charros, aprovechó muy bien la oportunidad de jugar con regularidad. Y Charros, necesitado de catchers, debe estar pugnando por conseguir en forma definitiva, al nativo de Agua Prieta, Sonora, ya que el otro que estuvo con los Charros campeones, fue Carlos Mendívil, también prestado por Tomateros.
MAL.- Desde esta trinchera, consideramos que, de salir Yaquis, de Alfredo Hurtado, cometerán un gravea error. Conseguir receptores en estos tiempos, no es nada fácil. Y aparte tienen al segundo y tercer receptor, ya casi de salida. Gabriel Gutiérrez ya va para los 43 años. Fernando Flores, ya casi con 34, aparte que no es, Flores, un excelente defensivo. Lo ideal es que dejen a Hurtando para que sea el segundo de José Santiago Chávez Treviño. Otra cosa, Hurtado juega una estupenda tercera base, también segunda y hasta un jardín. Sería un estupendo bateador emergente. En fin, por muchos motivos no deben seguir dando armas a sus adversarios. En fin.
LUEGO SEGUIMOS.