OAKLAND –(Manolo Hernández Douen / LasMayores.com) Hasta hace tres temporadas, el cuerpo de relevo de los Angelinos de Los Ángeles-Anaheim era uno de los más inconsistentes de la meca de la pelota, pero una serie de serpentineros experimentados ha transformado lo que era un renglón muy débil en uno de los más fuertes del escuadrón dirigido por Mike Scioscia.
Uno de esos veteranos es el derecho mexicano Fernando Salas, que sin muchos aspavientos ha hilvanado una trayectoria sobresaliente al tener éxito en prácticamente todos los roles que se requieren en un bullpen.
Desde ser capaz de sumar 24 juegos salvados para unos Cardenales de San Luis que iban en camino a su conquista de la Serie Mundial de 2011 hasta ser un aliado bien especial en el cuerpo de apagafuegos de los aureolados desde el 2014, Salas es ideal para llenar ese cupo tan importante en los episodios intermedios, generalmente cuando el partido está parejito o su equipo necesita proteger una ventaja.
«Fernando es gran parte de nuestro bullpen, principalmente por su talento», elogió Scioscia. «Cuando entra a lanzar, tira strikes, tiene buenos lanzamientos para sacar outs, es durable; ha sido bien importante para nosotros».
Scioscia le tiene tanta confianza a Salas que no dudaría en utilizarlo como cerrador, pero ya cuenta con Joe Smith para el octavo inning y con el estelar Huston Street como taponero.
«Ya ha demostrado que puede ser cerrador, lo hizo en San Luis en la mitad de una temporada [2011] cuando era enorme parte de ese bullpen», recordó el dirigente de la novena de Anaheim. «Aquí no dudaríamos en utilizarlo para cerrar, pero dice mucho de nuestra profundidad el hecho de que podamos utilizarlo en los innings sexto y séptimo donde ha sido tan útil para el equipo».
Debutante en las Mayores con los Cardenales en el 2010, Salas inició el 2016 con una impresionante proporción de 321 ponches y apenas 95 boletos en las Grandes Ligas.
«Es un tremendo lanzador, un pitcher batallador y siempre trata de caerle encima a los bateadores», calificó el receptor titular de la novena del Sur de California, el venezolano Carlos Pérez. «No es un pitcher que se la pase tirando envíos rompientes. Es agresivo y eso es importante para un relevista».
De 30 años de edad, Salas fue adquirido de los Cardenales conjuntamente con el tercera base David Freese, a cambio de los jardineros Peter Bourjos y Randal Grichuk el 22 de noviembre del 2013. Lleva más de una década como serpentinero profesional y en el 2008 encabezó la Liga de Texas (AA) en salvados (25) y juegos lanzados (60).
En el 2015, fue un verdadero caballito de batalla del cuerpo de relevo de Scioscia al intervenir en 72 desafíos, cifra tope para su trayectoria en el Béisbol de Lujo. Dejó varados a 38 de los 48 corredores que recibió en circulación, para un porcentaje de 79%, noveno mejor entre todos los relevistas del Joven Circuito.
«Todos los días se aprende un poco más», declaró Salas a LasMayores.com con la humildad que le caracteriza. «Cuando menos se espera hay pequeñas cosas, ya sea de mecánica, de otros equipos, de pitcheo, o simplemente de los movimientos. A veces uno aprende buscándolos [esos detalles significativos]. El mismo béisbol te sorprende.
«Más o menos tengo una idea cuando voy a enfrentarme a los bateadores», indicó de su fórmula como relevista. «Como relevo uno tiene que venir a tirar strikes. Son pocos los bateadores a los que nos enfrentamos y ponernos un poquito fuera de la zona es difícil».
Considera que sus años como taponero han sido una de sus experiencias favoritas en la pelota.
«Cerrar juegos era difícil, por eso me gusta», comentó el mexicano. «Lo más importante es que me ha tocado la suerte de estar en equipos competitivos y eso como que te empuja a dar un poco más de ti».
Por supuesto, tener la oportunidad de ganar un anillo de campeón de Serie Mundial es un momento que siempre va a valorar.
«Fue una muy bonita experiencia; la verdad es que estoy muy agradecido con Dios por esa oportunidad», destacó Salas. «Más que nada estoy también agradecido de seguir en las Grandes Ligas. Para nosotros los beisbolistas es un sueño estar a este nivel, disfrutando, luchando para seguir aquí».
Finalmente, conceptúa a su equipo como uno que podría ser un hueso duro de roer a lo largo de la temporada.
«Claro que sí, ésa es la idea, se trabaja para eso. Si nos mantenemos saludables van a pasar cosas buenas aquí», acentuó el derecho azteca.