RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
SUCESIÓN- Creyente firme de ya la libró y que los esfuerzos que se hicieron para tumbarlo de la silla fracasaron, el casi-dueño de la Federación Mexicana de Beisbol se dedica ahora a hilar lo que apunta como una sucesión del cargo del que se apropió desde hace dos décadas.
Alonso Pérez no se cansa de vivir del cuento y del engaño, eternizarse tal vez fue su sueño tardío y heredar su puesto a quien quiera, a quien desee, tal vez su capricho de poder más cultivado.
Las historias de nepotismo en México no son nada raras y por eso nada extraña que en la FEMEBE lo que se esté gestando sea que cuando al Cacique se le ocurra, deje el cargo en manos de su hijo Anwar, el mismo que hoy aparece con un aparente bajo perfil manejando el área de prensa de la federación.
Diversas fuente nos confirman que en la actualidad, muchas de las presuntas funciones y “decisiones” que le competen al Cacique pasan por el escritorio de su hijo, muchacho que no hace mucho era el que “anotaba” juegos y que al lado de su padre ha podido (claro) viajar y disfrutar lo que el puesto ofrece.
No extraña que las cosas se manejen cual se manejó lo del Consejo Mundial de Boxeo en donde a la muerte de José Sulaiman, su presidente, el relevo lo fue su hijo Mauricio. Manejaron las cosas como si fuera una empresa privada y así igual parece que se hará en la Federación porque finalmente, ¿acaso ésta no es ya sino un coto personal de los Pérez?
MANIOBRAS– Dueños ya aparentemente de la situación y habiendo evadido amenazas de cárcel (peculado) y defenestración, la FEMEBE por ahora se ha dedicado a tejer más fino. Hasta parece que hoy es manejada con civilidad, una virtud que ni de lejos le llega al susodicho.
Tienen enfrente al Clásico Mundial y ya limadas ciertas asperezas con la LMB (que les haga la chamba), lo que sigue es articular de nuevo el andamiaje con el cual trabajarán la sucesión.
Esto es, nos dicen, afianzar las dirigencias estatales negociando “barato” con los institutos locales para que no lleguen al puesto personajes que son vistos como “peligrosos” para el proyecto o bien, que sigan al frente los que han sido beneficiarios del régimen tan especial (no dijimos nefasto) impuesto por los Pérez.
Y es precisamente Anwar quien viene operando los relevos que se dan en algunos estados, no en atención estrictamente a lo que se necesita sino a lo que él mismo necesita: que se le “agradezca” hoy para que mañana no haya quien se oponga a los designios de su-señor-y-amado padre.
Mucho que hilar sobre el tema. Por ahora, si acaso, una sugerencia: ¿por qué no pasar a la Federación de ser una Asociación Civil a mejor una Sociedad No Tan Anónima?
¿EQUÍVOCOS?- Hace algunos días comentamos acerca del anuncio que hizo Armando Navarro, mandamás de los Charros de Jalisco, acerca de que la Serie del Caribe 2019 sería en Guadalajara. Comentamos sobre el tema.
EL jueves, salió publicada en el diario “Primera Hora” de San Juan, Puerto Rico, en la cual el presidente de la liga de aquel país, Héctor Rivera Cruz, salió a desmentir la versión del directivo mexicano aduciendo entre otras cosas que en 2015 habían mejorado mucho las cosas con respecto al 2011. Así de lejos, parece un choque de visiones que deja muchas dudas y hace que la sombra de la mentira flote en el ambiente.
Que si nos preguntan, nosotros diremos que sospechamos que Rivera Cruz está mintiendo y que Navarro se adelantó a lo pactado.
Por un lado, las cosas en Puerto Rico no han estado bien recientemente, tanto así que las Grandes Ligas no celebraron una serie por el famoso “virus del zika”, parece no serán sede del Clásico Mundial y su economía, factor recurrente, no mejora.
Estando así las cosas, no quieren “agravar” las cosas con su afición, no quieren que la gente se les eche encima y eso orilla a que los dueños de clubes (la asamblea) haya decidido vender la sede de la Serie del Caribe. El presidente de liga, por sí, no decide nada.
Así que nos late que todo fue que Navarro se adelantó y en Puerto Rico le dicen “espérate compadre”.
En Junio se sabrá de todo esto. Tiempo al tiempo.