EL CESE DE MATÍAS, ¿ILÓGICO?

RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

GUILLOTINA-  Sorprendió en serio que el siguiente manager en ser guillotinado no haya sido el de alguno de los equipos en picada sino más bien, haya sido justo el mejor de la competencia quien le cortara el cuello a su timonel. Los Pericos de Puebla decidieron prescindir de sus servicios a Matías Carrillo.

Sorpresa y estupor, sobre todo de aquellos que siguen viendo al “Coyote” como si jugara, le construyen monumentos y al diablo quien lo toque. Pero también al inventario se le dan “llegues”.

Parece ilógico que le corten el cuello al manager que fue capaz de llevar al equipo a una marca de 38 ganados a cambio de solo 15 derrotas, la mejor del circuito. Líderes indiscutibles de la zona sur, sacando casi cinco juegos al sublíder y 23.6 al octavo puesto.

Impensable era para quienes veían como los verdes son segundos en bateo y con su pitcheo manteniéndose en un 4.64 que en jugando en Puebla es casi un milagro.

¿Cómo pues es que la directiva poblana tomó tan decisión? ¿Acaso se volvieron locos sus directivos? ¿Les pidió más dinero o se peleó con ellos?

Las teorías y las especulaciones volaron. Por supuesto que la versión del propio Carrillo se conoció de inmediato, en contraste con el escueto boletín de la directiva. Ante la sensación de “injusticia”, a buscar razones que pudieron incidir en lo decidido.

REACCIÓN– Diversas fuentes desde Puebla nos confirmaron que la salida de Matías cayó más que bien en el equipo. “Seguro se habrán destapado botes de gusto, había mucha presión”, nos dijo alguien, “las cosas estaban a punto de estallar, había algunos peloteros que ya no lo aguantaban”.

Otras versiones apuntan también a que la directiva no vio bien el manejo del roster, punto donde el ahora exmanager quería control absoluto. “Tenía 4 shortstops (Sanay, Salas, Gámez, Carreón) y no podía jugar a todos. Se emproblemó con los jardineros y así con los line-ups de todos los días”, menciona un seguidor de los Pericos.

Otro tema , nos dicen, que a la directiva no le gustó la manera de manejar a los extranjeros del pitcheo, en especial al norteamericano Deunte Heath, a quien llegó a mantener seis días en la banca. “Eran ocho, nueve mil dólares, ahí viendo sin hacer nada”.

Record, para algunos, engañoso luego de que los Pericos juegan en lo que parece una segunda división, con equipos tan inciertos (no dijimos malos) como Tabasco, Delfines, Guerreros o el Águila, este año impresentable. En la norte tal vez, sugieren, las cosas no estarían tan bien.

Pero lo esencial es que al parecer el grupo no estaba a gusto con Matías a quien además, acusan, “la soberbia lo puso afuera”. Es la actitud lo que la directiva pudo haberse fijado y los peloteros pusieron la cama: el manager se echo solito.

Se sabrá algún día.

TAPA-TÍOS– Se esparció el viernes como pólvora la especie de que es casi un hecho de que México será sede de una de las fases del Clásico Mundial de Beisbol del 2017.

Y dentro de lo no oficial, comentaristas de ESPN adelantando que la sede sería Guadalajara, lo que nos parece una excelente decisión en caso de que se confirme. La segunda ciudad más grande del país parece a modo para llevar a cabo el evento.

Las otras opciones serían Hermosillo, Monterrey y Culiacán, por aquello de los estadios y la afición local pero el parecer, la movilidad de los directivos tapatíos habrían sido la diferencia.

En ese rubro, Culiacán llevaba las de perder. Tras la muerte de Juan Manuel Ley, mucho se perdió de interlocución con MLB, peor con la separación de don Álvaro Ley del club. Ahora, a empezar de cero.

Bien por Guadalara.

UNIDAD– Da gusto que nuevamente, el beisbol mexicano de signos de civilidad y de tendencia a la unidad. La Liga Mexicana del Pacífico hizo acto de presencia en los eventos relacionados con el juego de estrellas de la LMB, que programado estaba para celebrarse mañana en Monterrey.

La presencia del presidente del circuito invernal, Omar Canizales, que además se manifestó de manera muy positiva en las redes sobre el evento, manda el mensaje de que las cosas van bien y que por ahora no hay barruntos de tormenta.

De si fueron otros directivos, a lo mejor.