El zurdo se siente orgulloso de representar a México en Serie del Caribe y en Culiacán.
CULIACÁN – (David Venn / LasMayores.com) En febrero del 2001, Oliver Pérez se preparaba para debutar en Clase-A Fort Wayne como prospecto de los Padres de San Diego. A sus 19 años de edad, veía como fanático, junto a sus seres queridos, a los Naranjeros de Hermosillo participar en la Serie del Caribe en el Estadio Ángel Flores de Culiacán.
«Recuerdo la primera vez que se jugó la Serie del Caribe aquí. Estaba en las gradas y le dije a mi familia, «Un día me gustaría jugar por mi país, en mi ciudad.’ Esa era mi meta. Lo logré», dijo el zurdo Pérez, el primer oriundo de Culiacán en participar en las Grandes Ligas. «Estoy bien contento y bien orgulloso».
En aquella ocasión, los Naranjeros terminaron en el segundo lugar del torneo con 3-3, perdiendo lo que esencialmente fue una final en el último día ante el derecho Miguel Batista y las Águilas Cibaeñas de la República Dominicana.
Desde entonces, Pérez ha lanzado 14 temporadas en Grandes Ligas y ha representado a México en múltiples ocasiones, tanto en la Serie del Caribe como el Clásico Mundial de Béisbol. El 2017 no es la excepción, con el Clásico a la vuelta de la esquina y México programado para jugar la primera ronda en casa en Guadalajara.
«Siempre que te pones el uniforme de tu país, tienes que sentirte orgulloso. Es un honor», expresó Pérez, relevista de los Nacionales de Washington. «Para mí, va a ser el cuarto Clasico. Cada vez que participas en un torneo así, tienes que disfrutarlo y sentirte orgulloso. No hay muchas oportunidades de representar a tu país. Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo por todos los jugadores que vienen en camino.
«A ellos les gustaría estar en la posición en la que estamos ahora. Por eso es que estos eventos son tan importantes».
Junto a Adrián González, Pérez ha sido una de las figuras más consistentes en la representación de México y, a sus 35 años de edad, quiere grabar su nombre en la historia del béisbol de su país.
«Para eso es que jugamos béisbol, para que los niños y los fans se sientan orgullosos cuando uno de los jugadores hace algo bueno», expresó. «Jugamos para ser recordados como buenas personas y buenos peloteros».