LA SANCIÓN A COREY WIMBERLY

RINCÓN BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

FATAL– Algo no cuadra en el resolutivo que se dio con respecto al caso del jugador Corey Wimberly. Que el club Leones de Yucatán debe pagar un millón de pesos porque el norteamericano no “aprobó” un alcohólimetro, así tal cual, luce como un despropósito enorme y que obliga a las muchas aclaraciones.

Veamos: fuera de roster por una lesión, Wimberly iba manejando a las tantas de la noche y lo agarra un retén, le hacen la prueba y sale por arriba del nivel. Se lo llevan al “bote”, pasa la noche ahí, paga la multa y sale. Su asunto con la autoridad queda arreglado.

Conste que hablamos de 36 horas de arresto y 10 mil pesos de infracción.

Pero resulta que la LMB queda enterada del caso y dicta sentencia, según reportes de la prensa yucateca, de hacer pagar a los Leones un millón de pesos como multa so pena de que de no hacerlo, “quedaría vetado de por vida, incluso, de la LMP”.

Todo esto suena del mundo irreal o de una liga de otro país. Tal formal la LMB, tan muy propia, como para hacer pensar que anda arando fuera del arado. Lo malo es que aquí o es eso o hay algo en el fondo que huele muy mal.

ESCENARIOS– Que Wimberly esté fuera del roster de activos por lesión y no haya jugado no es argumento como para decir que “no es de Leones”, ese sería un pretexto barato y que nadie compraría.

Que si LMB quiere actuar como las Mayores, lo primero sería investigar y luego imponer la sanción, así es como han estado funcionando las cosas en la Gran Carpa. Que si usted revisa, las multas deben ser equiparables con las Ligas Menores y una infracción del verano mexicano por 100 mil dólares, pesos más, pesos menos, resulta desproporcionado por no decir que absurdo.

Otro punto sería, si es que la LMB decidió aplicar la multa, acerca de que el pelotero ya pagó con la autoridad el daño. Ya estuvo en la cárcel, ya pagó en líquido.., lo suyo es un caso sentenciado, debidamente probado y que por tal motivo no debe ser sujeto a ningún proceso judicial anexo.

Que la liga le caiga con todo el peso de “su” ley al club y, como se maneja en algunos medios, deba pagar so pena de que le veten de por vida al pelotero suena a una especie de extorsión por no decir que de chantaje. Que los Leones quieran, acepten, pagar dicha multa es por sí misma una declaración de culpabilidad que da mucho qué pensar.

¿Acaso Corey Wimberly vale tanto dinero? ¿Acaso es una multa de acuerdo a estatutos y/o acuerdos de clubes? ¿Por qué no saca LMB un boletín aclarando de bien a bien el tema?

Porque capaz y los medios (los “recochinos” medios) se equivocaron, se filtró mal la noticia, agarraron mal la nota, el “gangster” tiene indicaciones de así decirlo…. vaya usted a saber.

INVIERNO– Vale la pena citar que en una de las notas que leímos decía que la sanción amenazaba con ser tal grave que incluso, de no pagar los Leones el veto de pro vida llegaría hasta a la LMP.

Así tal cual, sin ponerle ni quitarle.

Que sepamos, al invierno ni le va ni le viene lo que se decidan como castigos en el verano, tanto como a la LMB no le quita el sueño lo que se decida en materia disciplinaria en la LMP. En donde ha habido avances es en lo que concierne al doping, asunto nada menor en el que ambas ligas mucho han avanzado.

Pero en este caso, nada que ver. El tan solo decirlo es un despropósito que apenas que sea otra cosa… y que nadie lo quiera reconocer.

DESPEDIDA– Nada que ver con el beisbol sino con la forma en que se construyen idolatrías en Estados Unidos: se va Kobe Bryant del basketbol y todos se inclinan con reverencia ante uno de los grandes de todos los tiempos.

Así lo definen aficionados, rivales, medios, expertos… por eso ganó lo que ganó.

En México ni quien pregunte por el que se va, todo es hablar del que se queda o del que viene. Y si se habla del que se va, que mejor no vaya, que no hay muchos para ocupar ese pedestal.

Así las cosas.